viernes, 6 de febrero de 2009

Bien, ¿c’a se passe bien?


Bien, cuando nada marcha bien.
Bien, cuando luego de pagar sólo parcialmente tus deudas quedas sin un centavo.
Bien, cuando enero es largo y no tienes margen en tu tarjeta de crédito.
Bien, cuando buscas un billete olvidado en tus carteras y das vuelta bolsillos inútilmente.
Bien, cuando piensas con qué dinero pagarás tus cigarrillos (para disminuir tu ansiedad, así dices) y los cospeles para ir a trabajar.
Bien, cuando sientes que tu mochila pesa cada día más y ahora no la cargas, solamente la arrastras.
Bien, cuando tu cabeza se parte del dolor y en tu rostro se ha instalado una mueca de sufrimiento.
Bien, cuando no recuerdas las claves y contraseñas para entrar a tus cuentas de Internet y tienes que anotarlas para no olvidarlas.
Bien, cuando los fines de semana charlas por teléfono con tus hermanas y todo está bárbaro para no preocuparlas.
Bien, cuando, no sabes debido a qué te ceden el asiento reservado y te ayudan a descender del colectivo.
Bien, cuando haces una lista prolija con los síntomas que te preocupan, luego de perder el conocimiento, cinco veces ya en veinte días.
Bien, cuando te preguntan si tienes estudios neurológicos anteriores y respondes que no, negando la abultada bolsa que olvidaste bajo el colchón de tu cama.
Bien, cuando llegas a tu casa y, como perro de presa, olfateas tu calzado y tus prendas porque no sabes de dónde viene el olor tan repugnante que sólo tú percibes.
Bien, cuando regresas al departamento y torpemente haces callar a tus mascotas, que te reciben felices con el ritual de siempre porque sus ladridos taladran tu cerebro.
Bien, cuando lees en el blog de tu hija sus escritos embebidos en dolor y solo sufres por saber que se “cuelga” con los porros.
Bien, cuando sientes pánico de terminar babeando y sin recordar siquiera tu nombre u orinándote encima como tu hermano.
Bien, cuando percibes los daños en la mente de tu amigo, fruto del consumo prolongado de “maría” y piensas que con tu hija pasará igual.
Bien, cuando piensas que morir es lo mejor y buscas un método indoloro, ya que no quieres sufrir más.
Bien, como dice tu amigo, ¿c’a se passe bien?

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